La historia se repite cada día en nuestro entorno teniendo, a veces, el mismo resultado trágico, además de la figura del todopoderoso padre, pero ausente, y el rol patriarcal de la madre perfecta, y estableciendo entre sus virtudes el supremo sufrimiento.
¡Pobre María!
¡Pobres Marías actuales!, mujeres posgeneración X entorno a los 50 años o cumplidos, con su adolescencia en el nacimiento de la Democracia, que creyeron que en su educación estaba el cambio. Fue parte, pero el patriarcado hizo creer en la Conciliación Familiar, unas de las grandes mentiras de este siglo, para crear un ejército de mujeres preparadas que cobran menos y que deshilan sus vidas en el trascurso vital.
El apostolado infantil también existe y con las mismas consecuencias. Es una lacra social para la cual hay que estar muy atentos porque se mueve en ese espacio gris. Ese espacio donde viven las palabras cuchicheadas. Una gota tras de gota. Este movimiento perverso no se reconoce todavía, si el concepto, pero no en la rutina. Se esconde tras teorías y la negación basada en antiguos comportamientos, porque si algo no se nombra, no existe. Todavía no se ha asimilado. La aceptación de que el mal existe, porque tampoco existiría el bien, nos lleva a terrenos pantanosos sin solucionar.
Alexander´s dark band es el camino hacia la formalización de la asimilación del maltrato infantil por la diferencia entre individuos, y la Violencia Vicaria.
En este caso utilizo el círculo con toda la fuerza de su simbología desde La Prehistoria. El material de las esculturas reciclado e inflamable. Las esculturas policromadas. Los Apóstoles en negro.
La madre y el hijo conectados por la policromía símbolo de su vínculo.
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